jueves, 20 de agosto de 2009

La piedra en el zapato


Me encanta la lluvia. Esa sensación del agua corriendo por mi cara, mojándome el pelo y las manos...es incambiable. Me encanta poder pisar las pozas haciendo que el agua salpique para todos lados, empapando mis roñosas Converse que me niego a cambiar por mi estúpida obstinación de no aportar innecesariamente al sistema (como si mi ínfimo no-aporte sirviera de algo). Cada uno de los días de invierno que llueve en esta seca ciudad, salgo a caminar con el solo objetivo de sentir el agua, y ver los árboles con esa nitidez con la que sólo se ven en esos días.

Sólo hay dos pequeños detalles que me molestan de la lluvia. El primero es el patético hecho de que llevo lentes desde el momento en que abro los ojos en la mañana hasta que los cierro en la noche. Por supuesto, eso no es un problema solo los días de lluvia, pero es un problema que sin lugar a dudas, se acentúa esos días. El agua en la cara es una de las mejores experiencias que puedo recomendar, pero el agua sobre los lentes ópticos, es una de las peores. Te impide ver las gotas caer sobre el asfalto, mientras quedas sumergido en un mar de gotas esparcidas sobre el vidrio, impidiéndote disfrutar de toda esa magia.

Para algunos, la solución a este problema es sencilla: sacarse los lentes. Pero ¿Crees tú, querido lector, que si pudiera, no lo habría hecho ya? El inconveniente es que si me los saco, más vale cerrar los ojos e irme a dormir, porque veo nada. Sólo una masa de colores, ni siquiera bien distinguidos, que no me permiten disfrutar de la belleza de las formas. Maldito astigmatismo.

El otro pequeño detalle que me molesta de los días de lluvia, es que mientras yo estoy feliz dentro de mi cama viendo caer las gotas al otro lado de la ventana, cientos de familias alrededor de la ciudad están tratando de impedir que se les inunde la casa. Una casa compuesta por cuatro paredes y piso de tierra en la que se ven obligados a vivir por no haber tenido las oportunidades para comprar una mejor. No sé si realmente encontraría tan atroz vivir ahí, pero no puede ser que mientras ellos luchan por no mojarse, otros estemos en nuestras no mal llamadas mansiones, sin hacer nada. Hay incluso ciertos descarados que dicen que esas familias viven así de mal porque son flojos, porque no han luchado por salir adelante.

¿Hay una frase más injusta que esa? Tú naciste en cuna de oro, fuiste al colegio privado que mamá y papá te pudieron pagar, recibiste lo que llamamos una buena educación (que de buena, debo decir, tiene muy poco), mientras él nacía en una cuna de barro, preparándose rápidamente para una vida llena de dificultades.

Nunca fue a un colegio privado. Nunca tuvo esa “buena educación”. Nunca ha podido terminar sus estudios, porque al llegar a octavo básico el papá tenía tantas bocas que alimentar, que lo tuvo que mandar a trabajar para ganarse el pan de cada día. Ese niño, al que llamas flojo, nunca tuvo las condiciones que tú tuviste. Y todavía tienes el descaro de llamarlo flojo.

Quizá no es tu culpa. Quizá tú no hiciste nada para que esta sociedad funcionara así. Quizá llegaste, igual que él, sin elegir dónde hacerlo, pero tuviste la suerte de hacerlo en un lugar donde te llenarían de comodidades. Pero también es cierto que a medida que pasa el tiempo, y tienes en tus manos la capacidad para aportar con tu granito de arena a cambiar esta injusticia, y no lo haces, te vas haciendo cada vez más cómplice y más culpable.

Nadie te pide que cambies el mundo, o que dejes de ser feliz y de darte gustos por ayudar a los que lo necesitan, pero lo que sí tienes el deber de hacer, es pensar. Pensar, y actuar. Nadie se merece no tener las oportunidades de surgir. Nadie se merece nacer en una cuna de barro, con el único destino de terminar en las mismas que sus padres, con una docena de hijos a los que casi no poder alimentar.

Esos son los dos únicos detalles que no me gustan de la lluvia, pero basta que piense en las gotas corriendo por mi piel, para que se me olviden. Así de egoísta soy. ¿Cabía alguna duda de que así fuera?




Soy humana.

5 comentarios:

Porcelain Doll. dijo...

No pude resistir leer éste "escrito" como lo llamo yo...
lei el primero pero sinceramente no me gusto la redaccion...
en cambio este... aparte de tener una buena redaccion, me lleno la mente de imagenes, de sensacinoes, de sentimientos, de pensamientos...
nosé... fue bkn!
te felicito por éso.. por tu accion social, por la forma de ser qe tienees!
son pocas las personas asi...
y me encanta qe lo seas!
amé como fuiste tan sincera al expresar tus emociones, tus rabietas...
pero amé mas la forma en qe lo terminaste... no me lo esperaba
te siento tan sincera...
y eso me gusta ^^
ehm... esto sono demasiado 1313
ahjahjhj (L) :D


tequieromuchonenita(L)




.- Pau

Millaray dijo...

Awww graciaaas!! (:
eres dm tierna!
jajaja y sincera tb ("no me gusto la redaccion del primero" xD)
ami si me gusta la del primero..pero en vda me gusta mas este (:
gracias x el coment (:

jajaja y sii..sono dm 1313 xD jajaja
pero nosotras somos asi..
un poco intento de lesbis, no? xD como los hombres no son lo mas lindos de la vida..(a) wajajaj
naahh, mentira (:
bsos!

Porcelain Doll. dijo...

Se qe soi tierna 1313
ajhajhjahja el ego a las nubes xDDD
y sabia qe me dirias sincera por el "no me gusto la redaccion del primero" xDDD!!! pero siii, eso si qe a morir cn la sinceridad (H)!!!

te comentare siempre qe pueda i tenga ganitas de leer, comprenderas qe me la paso leyendo ultra siempre asike... xDDD

sabes qe you and me forever (L)
exista un hombre algo...ALGO... {o intento de algo} decente a nuestro lado o no....

:')

You know!

Unknown dijo...

esta bueno el tema pero trata de unir las ideas con palabras que rimen de modo de porder expresar mejor lo que siemtes al escribirlo , no escribas por escribir si no que escribe lo que sientes, escribe algo unico que sea propio de tu esencia como persona o sino tamos mal

Millaray dijo...

Quien es? :D